Quien no se arriesga no cruza el río, escuché un buen dia.
Aunque intenté salvarlo quedé empapado,
el bote en que lo cruzaba quedó destrozado.
A los palpitares que lloraban por ti,
ya no le quedan más opciones ni suicidios.
La imposibilidad de este sentir
no está en los años que nos alejan.
Se encuentra en tus ojos que me encandilan,
que no me dejan ver la amarga realidad,
de que tú amas al proceso y yo al sentido.
La negación de nuestras cálidas sonrisas,
de tantas palabras vertidas entre risas,
amor contenido en suaves caricias,
hacen que cuestione aquel dia pasado,
en que nuestras miradas se encontraban.
En aquel momento habian cuatro lunas iluminadas.
Observaban la escena tras cortinas del silencio,
aunque ellas sabian cual seria el final de la escena.
Maldigo a esos cínicos astros,
no me advirtieron a tiempo las lágrimas perdidas.
Estando parado sobre este angustioso presente,
no quiero situarme en momentos de otros tiempos.
Quiero huir de todo posible encuentro,
arrancar toda la ilusion gratuita,
cegarme por completo con aquellos soles que me observan.
¿Caberia un no, un nunca más, al final del proceso?
¿Dejarias al menos declarate toda mi verdad?
¿Contar, si es posible, todos los desvelos que me hiciste pasar?
Para qué, si al final tú me niegas toda posibilidad,
y cierras todas las puertas detras de mi.
Solo quiero hacerle entender a tu amable persona,
en cada instante que nuestros pasos se acerquen,
que la realidad de aquella sugerente promesa,
fue sincera y pactada con toda mi abatida sangre.
Ahora te dejaré vivr una vez más entre lágrimas y risas.
Adiós diré al viento, adiós a la luz.
Tomaré el primer viaje entre tristes penumbras.
Olvidaré tu cara, borraré tu olor,
terminaré con esto de una vez y para siempre.
Ya he perdido la mitad de mi alma en tres apresurados segundos.
Finalmente palabras más no quedan,
solo suspiros en sueños entrecortados,
palpitares, tormentas, ciclos finales.
El mundo gira como siempre a prisa.
Las vidas toman sus propios destinos.
Dejan a estos amantes en cristal perpetuo,
en la discordia de amar fantasmas y querer siluetas.
Y el canto sentido detiene su marcha en este ultimo día.